LAS VERDADES DE CARONTE

LAS VERDADES DE CARONTE, EL BARQUERO MAS DICHARACHERO QUE TE CUENTA CASOS Y COSAS QUE PASARON, PASAN Y PUEDE QUE LLEGUEN A PASAR. REIRÁS O LLORARÁS, PERO NO TE LO PIERDAS NUNCA JAMÁS. NO ADMITE PROPINAS, NI USOS, NI FAVORES... YA TE TOCARÁ PAGARLE... MÁS PRONTO QUE TARDE.


miércoles, 5 de octubre de 2011

DE LOS LIBROS


"ES CUALQUIER LIBRO DISCRETO,
QUE SI CANSA DE HABLAR DEJA,
UN AMIGO QUE ACONSEJA
Y QUE REPRENDE EN SECRETO"

Lope De Vega. 

     Este fabuloso consejo en forma de cuarteto octosílabo -de rima consonante abba, curiosa rima con nombre de grupo setentero- declamado por nuestro "Ilustre Fénix de los Ingenios" en su juventud -según Cervantes, que algo sabía del tema- y en una de sus muchas noches toledanas en la Universidad de Alcalá, hace alusión pues, este cuarteto, a algo que con esta crisis -bendita sea- se está acrecentando para alegría y medro de las gentes del gremio; autores, editores, libreros, agentes del círculo de lectores… gentes del negro sobre blanco encantados con que, por fin, la plebe vea que hay vida más allá de Belén Esteban y su conjura de necios… y necias que también háylas.

     Ello no es más -ni menos- que el aumento de los índices de lectura entre los aborígenes de este patio nuestro; cosa que es motivo de congratulo y regocijo siempre ya que, entre la tanta mediocridad catódica, la necesidad de formación que tenemos y la incultura manifiesta de la que hacemos gala en determinados campos, bueno es que, nosotros el vulgo, matemos el tiempo de forma provechosa, hábil y útil para nosotros y para la sociedad; porque ya se sabe que el pueblo que lee será un pueblo concienciado, comprometido y difícil de manipular. A un pueblo instruido lo podrás tratar de domesticar, adoctrinar o adocenar de forma que no interfiera en los procesos de gobierno ni de toma de decisiones, pero no lo manipularás jamás; sobre todo por parte de los pensamientos y corrientes sociales imperantes en el mundo occidental en estos momentos. Vayamos por partes como dijo "Jackie":

     El neoliberalismo de una parte; neologismo afecto generalmente a las ideas de "la derecha" -o de la burguesía acomodada como gustan llamarse- que hace referencia a una política económica, tecnócrata y macroeconómica, con tintes de reducir al mínimo la participación estatal en lo económico -que no está mal- pero que, por contra, adolece de conciencia y solidaridad social tratando de imponer un capitalismo a volumen brutal junto con un proceso globalizador a ultranza, mal entendidos y aplicados ambos conceptos, según mi humilde criterio, y que discrimina, en muchos casos, a los miembros de esa misma sociedad a la que quiere dotar de "libertades civiles" fallidas -cuando no suprimidas- en escenarios de mercado convulso o fallo de mercado como los que estamos viviendo... Y sufriendo. Si a ese escenario le añadimos un elevado índice de paro laboral, un alto porcentaje de población dependiente -pensionistas- otro porcentaje notorio de improductivos o, mejor dicho, tejido laboral que no aporta valor añadido al ideario económico neoliberal -función pública por ejemplo- y, lo más sangrante, la imposibilidad de que las nuevas generaciones se integren en el tejido social bien a través del trabajo, bien del mundo de la investigación y el desarrollo o  de la implementación de sistemas productivos creados por ellos mismos imprimiendo, mediante nuevas iniciativas empresariales, nuevos aires a esta sociedad, veremos que el carácter emprendedor que el neoliberalismo pretende adoptar como ejemplo a seguir en una sociedad donde se persigue la excelencia a través de la obtención de beneficios y crecimientos siempre constantes no se cumplen... ni se pueden cumplir con la que está cayendo... y la que va a caer, que no es pequeña.

Algo hay que hacer.

     Obvio y prescindo comentar absolutamente nada sobre otras "corrientes de pensamiento" como los "neo-nazi-onanistas" -sí, sí han leído bien-; hemos sufrido hace bien poco las consecuencias de esas "ideas" en Noruega... aquí las llevamos sufriendo desde hace 43 años hizo el pasado 8 de Junio, me niego a publicitar algo que ha de ser perseguido y erradicado si queremos tener una sociedad sana y viable, en España sabemos lo que es 40 años de "nazi-onanismo"... creo que ya tuvimos bastante.

     De otra parte está la Socialdemocracia, tendencia política de finales del XIX y principios del XX, surgida a partir del movimiento socialista obrero de la Revolución Industrial y que figura como la principal tendencia político-social de la era Postindustrial (1848-1939), donde burguesía y proletariado empiezan su andadura antagónica de no confraternización… París a mediados del XIX y la Barcelona de principios del XX dan buena cuenta de ello; fundamenta su pensamiento en tres premisas fundamentales: Libertad, Justicia Social y Solidaridad -bien mirado no deja de ser una copia del ideal republicano de Rousseau inscrito en el Contrato Social (editado en 1762), llevado a cabo hasta sus últimas consecuencias en la Liberté, Egalité y Fraternité revolucionaria de 1789 en Francia y plasmado, hasta cierto punto, en el sistema de democracia directa de la Constitución Federal Suiza (1849)- pero vayamos más allá y démosle una vuelta de tuerca, como los proletarios de los que viene la idea; en los primeros compases del nuevo siglo -el XXI claro está-, después de 2 guerras mundiales -entre otros exterminios-, guerras locales -frías y ardientes-, dictaduras atroces -todas lo son-, crisis energéticas -y de los 40, de los 50, la menopausia... crisis, siempre crisis... hay que ver-, reunificaciones de lo que nunca se tuvo que separar y separaciones de lo que nunca estuvo unido, democracias emergentes -¿Quién dijo que esto fuera una democracia?-, uniones de mercados -o eso nos creemos-; en los primeros compases del siglo, digo, con la era de la información plenamente instaurada y un proceso de globalización sin precedentes en la historia resulta que lo más progresista, lo más "avanzado" en beneficio social y estado del bienestar está basado en teorías caducas, discursos trasnochados y proposiciones socio-políticas ¡¡de hace casi 100 años!!... e idearios filosóficos de hace 250 años, quizá sean los tiempos ahora y no entonces... eso o más de lo mismo. ¿Evolución? ¿Revolución?... quien sabe... yo estoy de un descreído que p'a qué... en fin.

     Repasando lecturas y apuntes que tengo he descubierto varios documentos reveladores; uno de ellos me ha permitido alcanzar a  entender los despropósitos que estamos sufriendo y como nuestros políticos gobernantes no saben p'a donde tirar, es simple, sus bases inquebrantables están obsoletas y caducas, son de otro tiempo... mi reino no es de este mundo... mis idearios son una orgía de pulpos y garajes en posturas que ningún kamasutra recogió nunca. Un cristo vaya.

     El principal documento que he comentado trata de la Fabian Society, un socialismo maximalista, gradualista y tremendamente cercano a los tiempos que corren... veamos:

     En 1884 se funda en Londres la Fabian Society, la cual aglutina elementos de distinta procedencia socialista. El adjetivo "fabiano" hace referencia a Quinto Fabio Máximo -apodado “El Temporizador”- en base a la hipotética analogía entre la actitud del general y hombre político romano de la edad de las guerras púnicas y la del grupo británico que nos ocupa, es decir, paciente espera de los momentos oportunos para la realización de la meta. En el mismo año de 1884 entran en la Fabian Society George Bernard Shaw, entonces todavía al principio de su carrera como escritor y periodista, y Sidney Webb, funcionario del ministerio de las Colonias. Shaw, y sobre todo S. Webb y su esposa Beatriz Potter, con la cual se casará Webb en 1892, por la relevancia de su aportación intelectual y por la dedicación a la causa fabianista, detentan prácticamente el liderazgo hasta la década de los 40 del nuevo siglo, en plena II Guerra Mundial.

      Por aquellos años, en el variado mundo de la Fabian Society, destaca por su importancia Annie Besant, la cual, después de experiencias de ateísmo militante, en 1907 sucederá a Helena Petrovna Blavatsky -la Madame Blavatsky de toda la vida- en el liderazgo de la Sociedad Teosófica. Desde el principio la Fabian Society emprende una intensa actividad propagandística mediante conferencias y opúsculos -los célebres Fabian Tracts- mientras se perfilan las señas de identidad del socialismo que quiere promover, maximalista en los fines pero gradualista en la estrategia. La prácticamente definitiva definición de las ideas tiene lugar con la publicación, en 1889, de los Ensayos Fabianistas -Fabian Essays in Socialism-, una recopilación de las conferencias de los fabianistas más eminentes, cuyo significado es así descrito algún tiempo más tarde por Edward Reynolds Pease, fundador, y por largo tiempo, secretario e historiador de la Fabian Society: "Los Fabian Essays presentaban al socialismo como fundado no sobre las especulaciones de un filósofo alemán (Marx), sino sobre la natural evolución de la ciencia económica así como era enseñada por los profesores ingleses más acreditados; construían el edificio del socialismo sobre los fundamentos de las instituciones políticas y sociales vigentes entre nosotros; demostraban cómo el socialismo no era más que la siguiente fase, por no llamarlo secuela, del desarrollo de la sociedad; fase a su vez inevitable dados los cambios subsiguientes a la revolución industrial del siglo XVIII".

     En los ensayos, los fabianistas, se acreditan como los herederos del radicalismo británico el cual, remitiéndose a la experiencia de los levellers - los "niveladores" - en la época de la primera Revolución Inglesa (1642-1646), tenía que conducir, mediante el utilitarismo de Jeremy Bentham y de James Mill, a John Stuart Mill, al nacimiento del germen de lo que vendría a denominarse el movimiento laborista británico. Entrevén el cumplimiento del utilitarismo -que en nombre del útil individual y social había criticado los conceptos del derecho natural, los vínculos históricos y las obligaciones políticas- en la lucha contra la propiedad privada, juzgada como un irracional residuo del pasado, y en la revalorización del papel del Estado como promotor de la felicidad pública. Los fabianistas pues no están a la espera -según S. Webb- de "repentinos palingénesis imaginados por los utopistas y por los revolucionarios", sino que "[...] impulsan solamente la adopción creciente de un principio de organización social que el mundo descubrió como el desenlace inevitable de la democracia y de la revolución industrial"; de hecho -como afirma Sydney Olivier- "el socialismo es hijo del individualismo [...] el socialismo no es más que individualismo racionalizado, organizado, con nuevos adornos y con la cabeza en su sitio".

     Creen individuar interesantes señales hacia el colectivismo en las nacionalizaciones y en las municipalizaciones de la industria, en el traslado de las obligaciones fiscales a cargo de la renta y del interés, en la creciente reglamentación de la empresa privada, en los elementos de racionalización económica propios de los carteles y de los trust, en la eliminación, mediante las sociedades por acciones, del elemento personal en la administración de los negocios, a favor de una anónima burocracia industrial. Atribuyen una particular importancia a las municipalizaciones, entendidas como formas más flexibles de colectivismo respecto de las nacionalizaciones: hasta el fin de la primera guerra mundial los fabianistas actúan casi exclusivamente en las administraciones locales, ganándose el apelativo de socialistas "water and gas", "del agua y del gas", y realizando reformas significativas en un sentido socialista como la Education Act (1902-1903), que perfila la fisonomía de la instrucción pública inglesa. En el mismo periodo manifiestan la propensión al trabajo entre bastidores, la llamada "permeación", que consiste en inocular -escribe B. Webb- "a cada clase, a cada persona la justa dosis de colectivismo que estuviera en grado de asimilar", y que se dirige a personajes políticos locales y nacionales -en primer lugar del Partido Liberal- y del mundo sindical y cooperativo para empujarles, sin conversiones formales e incluso desapercibidamente, hacia prácticas de tipo socialista.

     El trabajo entre bastidores bien concuerda con la mentalidad fabianista, ya que siempre se consideraron como una restringida élite de ingenieros sociales. En 1895, a iniciativa de S. Webb, la Fabian Society se dota de un instituto parauniversitario, la London School of Economics and Social Sciences, destinado a una importante función en la formación de los cuadros de la administración pública anglo-americana y de los países del imperio, primero, y del Commonwealth, después. En 1912 comienza la publicación de un semanal, el New Statesman. "He insertado el estudio del derecho administrativo en la London School of Economics porque el derecho administrativo es el germen del colectivismo", dijo en su día S. Webb confirmando la importancia que atribuía a la clase de los funcionarios públicos en el edificio social concebido por los fabianistas. Durante ambos conflictos mundiales S. Webb aprecia las potencialidades socialistas de la economía de guerra con su racionalización del aparato productivo y con la forzosa movilización de hombres y recursos -¿Donde están Huxley y Orwell aquí? ¿Su mundo feliz? ¿Su rebelión en la granja o su 1984?... más cerca de lo que parece-.  Ocupándose de temas de política internacional, los líderes fabianistas manifiestan la aspiración a un Estado mundial de tipo tecnocrático -cuyo germen debía ser el imperio británico-, encargado de planificar la administración de los recursos materiales y humanos del planeta. Merecen ser destacadas -e investigadas- las relaciones de afinidad, que no de filiación, entre los fabianistas y los círculos mundialistas anglosajones, como el británico Royal Institute of International Affairs (RIIA) y el estadounidense Council on Foreign Relations (CFR), fundados alrededor de 1920 y todavía operantes e imperantes; léase Club Bilderberg de Daniel Estulin… la mente se despeja como por arte de magia. 

     Ahora entiendo el porqué del Club Bilderberg, del CFR, del Club de Roma, del FMI, del G-8 y demás “lobbys” de poder, antagónicos en sus fundamentos pero primos hermanos en sus objetivos y fines últimos. Con el fenómeno de la globalización ambas corrientes socio-políticas se igualan -neoliberalismo y socialdemocracia-,  da igual a quien elijas... son los mismos... unos ladran a la derecha y otros a la izquierda de la derecha... pero en la derecha también... y si votas izquierda  son tan de derechas como los otros -en sus objetivos, que no en sus fundamentos obviamente-. Pretenden un único gobierno, con un único sistema político, un ejército, una nación, una única moneda, una religión (la pasta y cuanta más mejor), un control exhaustivo de los procesos de toma de decisiones... La forma ideal de borrar de la faz de la tierra a todo individuo, colectivo, lugar, región, país, nación, continente o lo que sea que se oponga al estricto control por parte de ese gran hermano. ¿Teoría de la conspiración? Pueda ser, no lo sé; pero lo que sí sé es que la "aldea global" en la que quieren convertir nuestro mundo no mola un cristo... por eso leed, leed y cultivaos para que nadie os manipule, ni os trate como borregos, ni os engañe como a chinos con cachivaches que para nada sirven salvo para controlaros y teneros siempre pendientes del último modelo… de coche, de ropa, de colonia, de zapatos, de gafas... De tablet, de portátil, de e-book, de pc, de play, de wii, de móvil... y asín sucesivamente... ¿Per soecula soeculorum?... no, puede evitarse... por eso leed… leed malditos y malditas. Leed. 

"TOMA PUES, LECTOR ADICTO,                                  
DE LOS LIBROS Y SUS TRETAS,
LO MEJOR DE SUS RECETAS
TOMA PUES... SU VEREDICTO" 

Con muchísima humildad. Toño Casal.

A seguir creciendo.

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